Magnetometría
El conjunto de datos incluye las medidas de anomalía magnética y zonificación del territorio a escala 1:250.000
La Tierra es un gran imán y, como tal, presenta un campo magnético asociado. El geomagnetismo es la rama de la Física que se ocupa del estudio de este campo magnético, tanto de su generación como de su variación espacial y temporal. Su existencia es muy importante, ya que nos protege de las radiaciones del espacio, haciendo que las partículas cargadas (protones, electrones...) queden atrapadas en las líneas de campo magnético.
El campo magnético terrestre observado y medido tiene dos orígenes muy diferenciados:
- El campo de origen interno, que representa el 90%, proviene de la propia dinámica del núcleo externo, capa interna fundida rica en hierro y níquel (modo geodinamo). Este campo presenta mucha intensidad pero no es constante sino que varía muy lentamente con el tiempo, se llama variación secular que es la responsable de la deriva de los polos magnéticos a lo largo de los años.
- El campo de origen externo proviene principalmente de la actividad solar, y más concretamente, de la interacción de las capas de la atmósfera (magnetosfera) con el viento solar. Su intensidad es mucho más débil pero presenta interesantes consecuencias, ya que la medida y análisis de las perturbaciones que crean sobre la corteza terrestre permite a los científicos localizar y estudiar grandes estructuras geológicas de subsuelo (mapa geomagnético). Además, este hecho provoca el fenómeno que todos conocemos de las auroras boreales y australes.
Imatge
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Visor
Aeromagnetismo
Escala | Título | Edición | Año | Descarga GeoPDF | Tienda electrónica impreso | Miniatura |
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1:250.000 | Mapa aeromagnètic de Catalunya | 1 | 1989 | 6,5 MB incluye libro (catalán) | - | Imatge
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El ICGC ha realizado medidas de las variaciones del campo magnético terrestre, llamadas anomalías magnéticas, que representan las variaciones de las propiedades físicas de las rocas como la susceptibilidad magnética y/o la imantación remanente de las rocas, y tienen la capacidad de definir zonas con concentraciones de minerales ferromagnéticos (magnetita, hematita y pirrotita) o representar estructuras de formaciones rocosas volcánicas o intrusivas. Los datos fueron adquiridos inicialmente en 22.000 km de líneas de vuelo y publicadas en el Mapa aeromagnético de Cataluña 1:250.000 en 1989. La distancia entre dos líneas de medida se fijó en una línea por cada centímetro del mapa planificado, dando lugar a una línea cada 2,5 km. Las estructuras geológicas que se pueden resolver tienen, por tanto, una dimensión lateral mínima de 5 km.
En el vuelo aeromagnético de Cataluña, el ICGC utilizó un magnetómetro de precisión de protones propiedad del Instituto de Geofísica de la Escuela Politécnica de Zúrich (Suiza). Este instrumento mide la intensidad del campo total mediante la medida de la frecuencia de precisión del eje de giro de un gran número de iones en el entorno de la dirección del campo magnético terrestre. Se realizó una medida por segundo, con una precisión de 0,25 nT que, considerando las características del vuelo, se convirtió en una medida cada 60 m. La altitud de los vuelos se divide en dos zonas: una primera región, en la parte sur de Catalunya, con una topografía moderada, donde el vuelo se hizo a 2.500 m sobre el nivel del mar; y una segunda región, en los Pirineos, donde el vuelo se hizo a 3.700 m sobre el nivel del mar.
Los datos obtenidos (más de 450.000) se interpolaron en una malla regular de 250x250 m, de la cual se retiró el campo regional lineal a fin de obtener el mapa de anomalías magnéticas residuales, información valiosa para conocer las características internas de nuestro territorio.