Consideraciones finales
De la visita técnica a la zona dañada por el terremoto de Al-Hoceima hemos podido extraer algunas consideraciones, la mayoría ya conocidas, pero que a menudo se olvidan:
La aplicación correcta de las Normas de construcción sismorresitentes es de vital importancia, y mas en países de sismicidad moderada, en los cuales no hay una cultura sísmica desarrollada ni en las administraciones ni entre la población. La ordenación del territorio es primordial para prevenir estos desastres. Conocidos los lugares en los que se encuentran las fuentes sísmicas, se debe evitar el desarrollo de las poblaciones en su proximidad y si se hacen, se deben respetar las normas constructivas.
Es de vital importancia hacer unos buenos diseños estructurales de las edificaciones y utilizar materiales de buena calidad en la ejecución de la obra. Es muy importante el establecimiento de órganos de control de los procesos constructivos.
Los estudios geotécnicos son una herramienta fundamental para arquitectos e ingenieros, ya que dan un conocimiento preciso de las características del subsuelo y de su comportamiento, que juega en muchos casos desfavorablemente, amplificando el movimiento sísmico.
Se constata el poco conocimiento del fenómeno sísmico por parte de los técnicos encargados del diseño de los edificios y de la evaluación de su estado después del terremoto.
En zonas de sismicidad moderada existen herramientas como las simulaciones de escenarios de daños que nos pueden ayudar en la preparación de la emergencia. También en estas zonas, sería necesario tener preparados los formularios para poder rápidamente elaborar una encuesta de los edificios dañados, tanto para la decisión sobre su habitabilidad, como para mejorar la mitigación de los daños en futuros seísmos.
Es necesaria la creación de equipos pluridisciplinares con experiencia en el campo de la sismología, de la ingeniería sísmica y de la emergencia, para realizar actuaciones rápidas con sus equipos en momento de crisis. Estos equipos, podrían estar compuestos por especialistas de diferentes países y de diferentes instituciones para poder actuar con rapidez en momentos de crisis.
Igualmente se debería disponer de una buena red de instrumentos sísmicos (tanto de acelerógrafos como de sismógrafos), de titularidad compartida, para la buena caracterización de la ruptura sísmica y de los movimentos producidos.
Existe un problema muy grave con el traslado de material científico y material de rescate en las aduanas de las fronteras. Sería necesario que hubiese un organismo internacional encargado de gestionar todos los papeles de aduanas en momentos de crisis.