Antes de las nevadas del día 22 de febrero, el manto nivoso era muy irregular y escaso en el sector. Sólo había presencia de nieve en las canales y otras zonas resguardadas, sobre todo en orientaciones norte y este por encima de 2000 m. El manto estaba formado por una corteza superficial, granos facetados internos y una base de costras.
La nevada de los días 22 a 24 de febrero con viento del sur formó una capa de nieve reciente sucia (con polvo, ligeramente marrón hasta 2300 m) y también nevó abundantemente en forma de nieve granulada. Con el viento del sur, y oeste se formaron placas de viento sobre todo en las umbrías y en las orientaciones este.
El día 25, justo el día antes del accidente, vuelve a formarse una capa de nieve venteada a causa del viento de componente norte y este que acompañó a las nevadas de ese día. Con las bajas temperaturas, el manto se enfrió y las placas formadas eran frágiles y se encontraban o bien sobre granos facetados formados recientemente por el enfriamiento, o bien sobre la nieve granulada de las nevadas del 22-24 de febrero.
El boletín de peligro de aludes (BPA) emitido el día 25 al mediodía con la previsión para el día 26 indica peligro de aludes NOTABLE (3) en el Ter-Freser por encima de 2300 m..
La estabilidad del manto nivoso descrita en el Boletín de peligro de aludes indicaba:
La nieve reciente del pasado jueves y viernes (30-40 cm) se irá movilizando con el viento de componente N y NE, formando placas de viento frágiles. Además, se prevé que, con el viento, también nieve de nuevo desde el sábado tarde (5-10 cm) con bajas temperaturas. En estas condiciones se prevé que caigan aludes de placa de viento sobre 2300 m en cualquier orientación: por viento cruzado en las umbrías más resguardadas donde ya hay base antigua, pero también por encima de los 2300 m en las orientaciones sur, oeste y sureste, donde la nevada del jueves ya hizo base de manto. Estas placas pueden caer de forma natural, sobre todo en las umbrías y se prevé que tengan tamaño suficiente para enterrarnos.
En cuanto a la actividad de aludes del período comprendido entre el 23 y el 27 de febrero, debido a la inestabilidad de las placas recientemente formadas sobre niveles débiles, se dan numerosas caídas de aludes tanto de forma natural como provocadas al paso de personas. También se desencadenan preventivamente con explosivos. Este episodio afecta prácticamente a todos los sectores del Pirineo de Cataluña, así como también a Aragón, Francia y Andorra.
Un grupo de alpinistas haciendo actividad cerca de la zona se ve sorprendido por un alud que arrastra y entierra a dos personas.
El grupo de bomberos GRAE actuando en el accidente relata los hechos en el texto adjunto en cursiva:
AVÍSO:
Llamada recibida a las 9:42h, informando de que una persona había sido arrastrada por un alud de nieve en polvo. No está enterrada y no hay más desaparecido.
Recibimos una segunda información, fueron dos las personas arrastradas y fueron sepultadas en su totalidad, siendo localizados por los indicios, ya que en ambos casos les quedaba la mano a vista en superficie.
ACTUACIÓN AFECTADOS:
Todo el grupo va debidamente equipado y con DVA, pala y sonda. Localizan rápidamente a las dos víctimas gracias a los indicios en superficie y proceden a su desenterramiento, vía aérea a unos 20 cm de profundidad y cuerpo punto más bajo a 1 metro. Los dos encontrados en el borde frontal del alud. Tiempo de rescate y desentierro 2 minutos. Altitud 2200 m.
Uno de los enterrados no dispone de cámara de aire al ser enterrado en ningún momento, el otro manifiesta que sí, pero al estirar el brazo en la superficie ésta se rompe y queda sin aire.
ACTUACIÓN GRAE:
Llegada a sitio de 3 rescatadores, primera vuelta para asegurar que la zona es segura, se observan purgas de nieve reciente en los diferentes corredores. Uno de los 3 rescatadores queda fuera del alud haciendo de vigilancia. Trabajan los otros dos rescatadores, inmovilizan a la víctima más afectada con la camilla para hacer extracción con grúa.
Durante la actuación revisa otros canales en los que se han observado purgas de nieve por si pudiera haber alguien más afectado.
El alud se da en el sector indicado en el Mapa de zones d’allaus Ulldeter (14) el cual se cartografió como zona de alud debido a sus características de terreno. Concretamente en esta zona han caído al menos 11 aludes en temporadas anteriores, que se encuentran registradas en la Base de Datos de Aludes de Cataluña (BDAC), una de las cuales, el año 2020 fue también causa de un accidente durante la temporada 2019-2020. Ver la información en el Visor de aludes y en la página del accidente de 2019 (consulta más accidentes del Ripollés).
Aunque no se ha podido observar la zona de salida y por tanto no se dispone de la totalidad de parámetros, es muy probable que la salida fuera lineal dadas el resto de las características observadas. En cuanto al tamaño, también al no disponer de la información de la totalidad del alud, nos hemos basado en la información del trayecto y de la llegada. Así se considera que tenía capacidad para enterrar a un grupo de personas, y por tanto como mínimo tenía tamaño entre 2 y 3 según la escala de tamaños de aludes.
El perfil se realiza cerca de la zona de depósito y por tanto no se considera representativo de la zona de salida, punto que no se pudo observar. Sin embargo, se considera que, juntamente con el análisis nivo-meteorológico del resto de informaciones disponibles recoge las posibles capas que fracturaron en el momento del accidente. A pesar de no ser concluyente, sería posible que fracturaran las capas de nieve granulada.
Perfil realitzado, el día después, cerca de la zona de llegada del alud. El nivel que se fracturó corresponde a las capas de nieve granulada.
Zona de depósito del alud en el momento de las operaciones de rescate realizado por GRAE
Detalle del perfil de nieve, con la nieve “marrón” en e centro de la foto, sobre la cual se depositó el resto de la nevada.
Fotografía aérea oblícua del alud hecha por el GRAE desde el helicóptero donde se distinguen las dos lenguas de depósito del alud
Contacto
